¡A los marineros rusos se les prohíbe el permiso para bajar a tierra en Schleswig-Holstein!
A los marineros rusos se les niega el permiso para bajar a tierra en los puertos alemanes. La situación plantea dudas sobre el cumplimiento del derecho internacional.

¡A los marineros rusos se les prohíbe el permiso para bajar a tierra en Schleswig-Holstein!
En Schleswig-Holstein, a los marineros rusos se les niega el acceso a los puertos. A pesar de su derecho legal a permiso para bajar a tierra, se les niega el acceso. Así se desprende de los informes de los diáconos de las misiones marítimas locales que observaron la situación en los puertos de Lübeck, Kiel, Rendsburg y Brunsbüttel. Los afectados denuncian una situación alarmante: en los últimos meses, se estima que un centenar de marinos no han recibido permiso para desembarcar.
El derecho al permiso para bajar a tierra está reconocido internacionalmente y ha sido consagrado en el Convenio para facilitar el tráfico marítimo internacional (FAL). Alemania se encuentra entre los 130 países que se han sumado a este acuerdo. Una enmienda de 2018 exige que las autoridades locales permitan que toda la gente de mar, independientemente de su nacionalidad, desembarque, a menos que existan problemas de seguridad graves que requieran una evaluación caso por caso. Sin embargo, la policía federal de Schleswig-Holstein ha rechazado en varios casos los pases a marineros rusos, poniendo en duda la aplicabilidad de estas normas. Un ejemplo muestra el manejo contradictorio: a un capitán ruso se le negó el acceso, mientras que a los miembros de su tripulación se les permitió desembarcar sin problemas.
Derechos humanos y condiciones de trabajo marítimo
El acceso a los puertos no es sólo una cuestión legal, sino también una cuestión de derechos humanos. El 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, queda claro una y otra vez cómo se violan los derechos básicos de la gente de mar en todo el mundo. En un foro celebrado por la Asociación Internacional de Empleadores Marítimos en abril de 2023, se discutió la facultad de la gente de mar de ser personas con dignidad y derechos. Esto tiene lugar en un entorno en el que la gente de mar a menudo tiene que trabajar en condiciones extremadamente malas. Aunque se han logrado avances, como el Convenio sobre el Trabajo Marítimo MLC 2006, la realidad muestra que muchas de estas regulaciones son débiles en su aplicación y tienen lagunas.
Schleswig-Holstein no es una excepción. Los problemas que rodean el permiso de tierra de la gente de mar se pueden observar en todo el mundo. Los puertos pueden negar el acceso por diversas razones o dificultarlo mediante obstáculos burocráticos. La responsabilidad de esto no sólo recae en las autoridades portuarias, sino también en los armadores y los estados rectores del puerto, quienes deben garantizar el bienestar de la gente de mar.
El papel de las organizaciones internacionales
La Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) hace una intensa campaña por los derechos de la gente de mar. Pide mejoras en la regulación y un mayor enfoque en la seguridad y la sostenibilidad en el transporte marítimo. La gente de mar, que representa el 90 por ciento del comercio mundial, a menudo enfrenta riesgos de explotación. La ITF lucha contra las banderas de conveniencia y se esfuerza por lograr estándares internacionales más altos para mejorar las condiciones de vida y de trabajo a bordo.
Por lo tanto, los acontecimientos actuales en Schleswig-Holstein forman parte de un problema mayor que afecta a muchos países. Es cada vez más urgente que todas las partes interesadas –desde las autoridades portuarias hasta las compañías navieras– asuman la responsabilidad de proteger los derechos humanos en el mar. Los informes muestran que esta necesidad de actuar es esencial para hacer justicia a la realidad a bordo de los buques y proteger los derechos de la gente de mar. Queda por ver si la situación evolucionará en los próximos meses y cómo.
Las cuestiones que rodean el permiso de tierra de la gente de mar sacan a la luz los abusos en el transporte marítimo internacional y muestran que todavía queda mucho por hacer para garantizar la igualdad y los derechos en alta mar. Este desafío requiere un replanteamiento de la industria naviera y de la toma de decisiones políticas.
Para más información sobre este tema, véanse también los informes de jungewelt, Seemannsmission y ITF.