La UE quiere utilizar fondos rusos congelados: ¡la línea escéptica de Bélgica!
La UE planea utilizar activos rusos congelados para apoyar a Ucrania, mientras que Bélgica teme riesgos legales.

La UE quiere utilizar fondos rusos congelados: ¡la línea escéptica de Bélgica!
Las discusiones dentro de la Unión Europea sobre cómo lidiar con los activos rusos congelados son cada vez más concretas. Actualmente hay varias propuestas sobre la mesa que podrían afectar significativamente el apoyo financiero a Ucrania hasta 2027. la FAZ Una idea central es utilizar estos fondos congelados para financiar préstamos de reparación, pero esto encuentra resistencia, especialmente por parte de Bélgica.
Bélgica se muestra escéptica sobre una propuesta de la presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen, que proporcionaría préstamos a Ucrania por hasta 210.000 millones de euros. Esto podría enfrentar riesgos legales y financieros inciertos que no pueden ignorarse dada una posible reacción de Rusia. Además, Bélgica exige que el riesgo financiero sea compartido por otros estados de la UE antes de aceptar tal acuerdo.
Préstamos de reparación y sus implicaciones económicas
El préstamo de reparación depende de la actual congelación de los activos rusos, que deberá revisarse cada seis meses. Un posible “no” de países como Hungría bajo el gobierno de Viktor Orbán podría causar problemas, ya que el banco central ruso podría exigir la repatriación de sus fondos. Esto plantea la cuestión de hasta qué punto las preocupaciones legales afectarán la solidaridad dentro de la UE.
El economista Benjamin Hilgenstock advierte que países como China y Arabia Saudita tienen muy pocas alternativas para sus reservas de divisas. Esto podría llevar a los Estados a intentar presionar a los países europeos retirándose de sus bonos soberanos.
La crítica situación financiera de Ucrania requiere soluciones urgentes. Según una estimación, Ucrania necesitará alrededor de 135,7 mil millones de euros en los próximos dos años. Un acuerdo sobre el uso de fondos rusos podría indicar que Ucrania puede seguir financiando sus gastos de defensa si Rusia acepta pagar reparaciones después de la guerra.
El estímulo para hacer cumplir las sanciones
La aplicación por parte de Estados Unidos de sanciones contra las compañías petroleras rusas, particularmente bajo la administración de Donald Trump, ha provocado cambios significativos. Según informes recientes, los precios del petróleo ruso han caído en comparación con el mercado mundial, lo que ejerce presión sobre Rusia. Esto será crucial para la capacidad de Rusia de cubrir sus gastos de guerra. Se han identificado más de 500 petroleros de la UE sospechosos de estar bajo sanciones, pero la actividad de estos buques no ha disminuido tan drásticamente como lo hizo bajo las sanciones de Estados Unidos.
Para agravar aún más la situación, la UE podría planear introducir poderes de emergencia para contrarrestar la oposición, como la de Hungría, asegurando que los activos rusos permanezcan congelados indefinidamente.
En un paso más, Bélgica podría impulsar la gestión centralizada de los fondos rusos congelados a través de la empresa Euroclear. El valor de estos fondos podría estimarse en unos 185 mil millones de euros y se busca la cooperación entre Alemania, Francia, Suecia y Chipre para ponerlos a disposición. Sin embargo, el gobierno federal se muestra reacio a revelar información sobre los activos congelados.
Con todos estos acontecimientos, está claro que llegar a un acuerdo sobre el uso de los activos rusos y el apoyo financiero a Ucrania no es sólo un desafío dentro de la UE, sino que también podría tener implicaciones geopolíticas de largo alcance. Las próximas dos semanas hasta la reunión de jefes de Estado y de gobierno de la UE en Bruselas serán cruciales para alcanzar un consenso y encontrar una solución que no sólo evite una catástrofe humanitaria, sino que también pueda estabilizar la situación económica en Ucrania.