¿Entender o explicar? ¡La disputa por la ciencia histórica!
Descubra todo sobre Wilhelm Dilthey, su influencia en las humanidades y el debate sobre “comprender” versus “explicar”.

¿Entender o explicar? ¡La disputa por la ciencia histórica!
Hoy se trata del apasionante debate sobre la distinción entre “explicar” y “comprender” en la historia. Este tema, que se originó en Alemania a finales del siglo XIX, arroja luz sobre cómo los historiadores y estudiosos de las humanidades interpretan y analizan los acontecimientos.
¿Cómo se llega al corazón del complejo juego de la historia? La respuesta a esta pregunta la formuló en gran medida Wilhelm Dilthey, un pensador influyente de su época. Sostuvo que los métodos de las humanidades no pueden lograr la misma certeza que las ciencias naturales. Tener en cuenta las motivaciones de los actores históricos y sus interacciones juega un papel crucial. Esta diferenciación no es sólo una construcción académica, sino que constituye la base sobre la cual entendemos la historia.
Dilthey nació el 19 de noviembre de 1833 en Biebrich-Mosbach y creció en un ambiente teológico. Como hijo de un pastor, aprendió el arte de comprender a una edad temprana. Su carrera académica lo llevó a través de estudios de teología, historia y filosofía hasta un puesto que lo llevó como editor y docente en las universidades de Berlín y Basilea. Su obra principal, “Introducción a las Humanidades”, se convirtió en un mantra para todos los que trabajan en este campo. Dilthey intentó diferenciar las humanidades de las ciencias naturales y colocar el concepto de “comprensión” en el centro de la discusión. Así describe que el pasado no sólo necesita ser explicado, sino también comprendido.
La distinción entre causalidad y motivación.
El debate actual muestra que el positivismo, fundado por Auguste Comte, a menudo busca conexiones causales claras, mientras que la sociología alemana, especialmente la de Max Weber, persigue un enfoque más matizado. Historiadores como Marc Bloch definen la historia como “narrativa a través de huellas”, entretejiendo evidencia documental con elementos narrativos y al mismo tiempo enfrentan los desafíos de la crítica de las fuentes.
Otro factor importante es lo que Reinhart Koselleck llama el “veto de las fuentes”. Esto deja claro que los hechos no pueden ser reemplazados ni manipulados arbitrariamente. Los historiadores están obligados a citar sus documentos y examinar cuidadosamente su autenticidad. Esto nos lleva a los cuatro aspectos centrales identificados por Denis Thouard, director del CNRS de París: análisis de fuentes, crítica de fuentes, interpretación de las fuentes y finalmente la narración de los resultados en forma poética.
Un animado debate en el campo espiritual
Christophe Bouton, profesor de filosofía en la Universidad de Bordeaux Montaigne, aporta otra dimensión a este debate al analizar las opiniones de Hegel sobre el tiempo y la historia. Esto muestra cuán entrelazadas están las teorías y enfoques y cómo existe un intercambio acelerado entre diferentes tradiciones de pensamiento. Por tanto, la cuestión de la disciplina de la historia y sus métodos sigue siendo un tema central en el pensamiento alemán.
El debate sobre “explicar” y “comprender” no ha perdido su relevancia y sigue siendo un tema candente entre los estudiosos de humanidades. La influencia de las ideas de Dilthey y los debates posteriores continúan dando forma al panorama de la erudición histórica. Esto deja claro: el estándar de clasificación tiene una enorme importancia no sólo desde el punto de vista académico, sino también social.
Por tanto, la frontera entre “comprender” y “explicar” sigue siendo menos rígida de lo que uno podría pensar, lo que abre perspectivas para nuevas investigaciones y narrativas históricas.
En un momento en que la memoria de la humanidad está amenazada, como por ejemplo por la influencia del mundo digital capturado en Wayback Machine, es aún más importante mirar de cerca nuestro pasado y apreciar las herramientas y métodos a nuestra disposición. Por lo tanto, una convocatoria de apoyo financiero para este tipo de proyectos de archivo es más que una simple preocupación económica: es una contribución a la memoria y la identidad culturales.
Para obtener más información sobre estos fascinantes temas, puede leer las opiniones y debates detallados en estos artículos: Radio Francia, Wikipedia y Archivo.org.