Inteligencia artificial en Bremen: ¿Realmente sirve a la gente?

Inteligencia artificial en Bremen: ¿Realmente sirve a la gente?
Bremen, Deutschland - En el mundo moderno, que se caracteriza por innovaciones digitales, parece que literalmente estamos perseguidos por informar sobre inteligencia artificial (IA). Al menos así es como describe a un autor de Weser Courier que analiza el desarrollo actual con el creciente escepticismo. Especialmente en el área de la comunicación, experimenta cómo funciona la empatía entre las personas, pero no entre las máquinas. Esto plantea preguntas: ¿Hasta dónde puede ir la IA para comprender y reaccionar a las emociones humanas?
Un ejemplo vívido proviene de la vida cotidiana de un ciudadano de Bremen que tuvo que esperar nueve meses para la entrega de su contenedor amarillo. Mientras tanto, el autor recibió un correo electrónico de la IA del taller de su automóvil, que le informó sobre un cambio de petróleo necesario. Pero en un intento adicional de acordar una cita con un KI, llamado "Alex", solo experimentó malentendidos. En última instancia, solo el recuerdo de una persona real podría contribuir a una solución. Esta anécdota ilustra un problema central: la falta de conexión interpersonal y comprensión en las interacciones de IA.
El desafío de la empatía artificial
Pero, ¿qué es la empatía artificial (KE)? Una tecnología que le da a las máquinas la capacidad de reconocer las emociones humanas y reaccionar ante ellas. También se llama "AI afectiva" y tiene como objetivo revolucionar la interacción entre el hombre y la máquina. En ejemplos de aplicaciones, como chatbots empáticos en servicio al cliente o asistentes virtuales en el sistema de salud, se muestra el potencial de KE. Pero aquí se engancha: la empatía humana se basa en sentimientos reales, mientras que KE solo puede simular las emociones. Eso nos lleva a la pregunta: ¿hay realmente una ayuda real de esperar?
Un estudio realizado por la "inteligencia de la máquina de la naturaleza" muestra enfoques interesantes. El profesor de informática Tim Althoff de la Universidad de Washington se ocupó de la cuestión de si la IA puede ayudar a las personas a expresar la empatía de manera más efectiva. Un grupo de participantes recibió el apoyo de un modelo de IA que fue capacitado para generar respuestas más empáticas. Sin embargo, si bien las respuestas se calificaron como más empáticas, aquellos que buscan ayuda no lo consideraron tan efectivo tan pronto como se enteró de que una IA estaba involucrada. Estos resultados indican que el contacto humano sigue siendo insustituible y que KI no reemplaza las relaciones interpersonales, sino que, en el mejor de los casos, debería apoyarlas.
Límites tecnológicos y preocupaciones sociales
La empatía artificial es una espada de doble filo. Por un lado, las señales emocionales pueden ser descifradas por algoritmos complejos, por otro lado, las preguntas sobre confianza y autenticidad siguen sin respuesta. El psiquiatra Andreas Meyer-Lindenberg enfatiza el posible papel de apoyo de la IA en las ofertas de apoyo entre pares, pero enfatiza la necesidad de compuestos humanos reales. Porque KE no puede lograr las relaciones reales profundas, ya que no tiene motivación intrínseca y su adaptabilidad es limitada.
Con vistas al futuro de la eliminación de basura en Bremen, que se volverá más caro en 2026, también queda claro que los avances tecnológicos se están moviendo en muchas áreas de la vida, pero el interpersonal sigue siendo de importancia crucial. Por lo tanto, el desarrollo y el uso de KE debe ser responsable para garantizar la aceptación y la confianza de los usuarios.
En general, resulta que, si bien la IA y sus enfoques empáticos son prometedores, no pueden reemplazar las relaciones humanas auténticas. La discusión sobre el uso correcto de estas tecnologías continuará acompañándonos en el futuro.
El Weser-Kurier, Deutschlandfunk y Xpert. Digital proporciona información valiosa sobre el mundo de la IA y la comunicación humana y los alienta a pensar en las posibilidades y límites de estas tecnologías.
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Ort | Bremen, Deutschland |
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