Violencia policial en St. Pauli: ¡los ciudadanos se defienden contra el perfilamiento racial!
St. Pauli ha estado expuesto a mayores controles policiales y acusaciones de discriminación racial y violencia policial durante años.

Violencia policial en St. Pauli: ¡los ciudadanos se defienden contra el perfilamiento racial!
En St. Pauli, antiguamente celebrado con orgullo como centro cultural, cada vez hay más voces de preocupación por el concepto de seguridad de la policía de Hamburgo. El barrio ha sido declarado “lugar peligroso” desde 2016, lo que tiene un impacto crucial en la vida de los residentes. Están circulando numerosas denuncias sobre violencia policial y discriminación racial, especialmente contra personas negras. En un informe alarmante, la policía documentó más de 10.000 controles entre abril y junio de 2023. Sin embargo, la población sigue sin saber cuál es realmente la situación. Eso es lo que ella informa. taz que la constante presencia policial alimenta el miedo y la incertidumbre entre los residentes.
El año pasado se produjeron varios incidentes en los que la policía intervino con armas en la mano. Estas situaciones aterradoras, como el caso de una persona negra que fue tirada al suelo y restringida por agentes vestidos de civil en agosto, han llamado la atención. Además, se analiza críticamente la violencia policial, especialmente a la luz del caso de Lorenz A., que resultó herido de muerte en abril. La campaña "¡St. Pauli para todos! - Sin discriminación, expulsión y violencia policial" ha unido fuerzas con alrededor de 60 partes interesadas del distrito y pide el fin de la alta presencia policial. El portavoz de la alianza, Steffen Jörg, expresó su seria preocupación por las condiciones y pidió un St. Pauli seguro para todos, en el que la prioridad sea la abolición de la fuerza antidrogas y las zonas especiales de la policía.
Crecientes críticas y demandas
Pero la policía rechaza con vehemencia las acusaciones de discriminación racial. Subraya que sus medidas se toman en función de la ocasión y la situación. Según la policía, el origen y el color de la piel no son criterios para sus acciones. A pesar de estas garantías, los críticos argumentan que la presencia policial no ayuda a crear seguridad, sino que más bien siembra miedo e incertidumbre. Moana Kahrmann, de un proyecto de investigación, llama la atención sobre la responsabilidad de la policía de garantizar la seguridad de todos. Una evaluación publicada por el Partido de Izquierda también muestra que de los casi 370.000 controles realizados desde que se creó el grupo antidrogas, sólo el 0,5% de los casos dieron lugar a órdenes de detención.
La ciudad invirtió más de 1,4 millones de horas policiales en el grupo antidrogas, lo que costó a los contribuyentes un total de casi 95 millones de euros. Pero las promesas de la policía no parecen estar funcionando. Es hora de que los residentes luchen por el cambio. La necesidad de actuar es claramente visible. Las voces que piden el fin de la discriminación y la violencia por parte de las fuerzas policiales son cada vez más fuertes. Se pide el fin de las zonas especiales y de las medidas racistas de la policía para restablecer la convivencia armoniosa en el barrio.
Una mirada al pasado y al futuro
El problema del perfil racial no es nuevo y ha sido discutido una y otra vez por varios expertos. Un estudio sobre la discriminación racial muestra las consecuencias psicosociales de gran alcance de la violencia policial racista. Según el Agencia Federal para la Educación Cívica Este racismo institucional podría causar daños sociales a largo plazo. La demanda de una reforma del trabajo policial en beneficio de todos los residentes sigue siendo explosiva.
Por lo tanto, St. Pauli se encuentra en un punto en el que las voces de la población deben ser escuchadas. La seguridad y el respeto por todos deben ser el foco de atención para garantizar una convivencia pacífica.