Revolución en Greifswald: ¡La plasmalisis impulsa la producción de hidrógeno!
Un proyecto de investigación en Greifswald desarrolla una producción de hidrógeno climáticamente neutra mediante plasmalisis para reducir las emisiones de CO₂.

Revolución en Greifswald: ¡La plasmalisis impulsa la producción de hidrógeno!
En el norte de Alemania, un interesante proyecto de investigación del Instituto Leibniz de Investigación y Tecnología del Plasma (INP) en Greifswald busca un método revolucionario para la producción de hidrógeno climáticamente neutro. Esta nueva técnica, conocida como plasmalisis, promete aumentar significativamente la eficiencia energética en la producción de hidrógeno y reducir al mínimo las emisiones de CO₂. FR.de informa que la plasmalisis divide el metano en hidrógeno y carbono sólido, reduciendo el uso de electricidad en aproximadamente un 20% en comparación con la electrólisis tradicional.
Lo especial de este proceso: al convertir el metano, el carbono permanece en forma sólida y puede utilizarse como valiosa materia prima. Idealmente, el metano proviene de fuentes climáticamente neutras, como el biogás, lo que reduce aún más las emisiones de CO₂. Teniendo en cuenta los desafíos actuales del suministro de energía en Alemania (el consumo de hidrógeno se sitúa actualmente entre 55 y 60 teravatios hora al año), esta tecnología podría contribuir significativamente a la transición energética.
El hidrógeno como parte del futuro sistema energético
así Agencia Federal de Medio Ambiente Como explica, el hidrógeno desempeña un papel clave en el futuro sistema energético de Alemania. No sólo se utiliza como fuente de energía secundaria para los procesos de refinería y la industria química, sino también para garantizar el suministro de electricidad a través de centrales eléctricas de gas. El gobierno federal está llevando a cabo planes ambiciosos para producir entre 40 y 75 teravatios hora de hidrógeno verde para 2030.
Un punto crucial es la flexibilidad de la plasmalisis. Se puede utilizar en diversos sistemas, como plantas de gas natural y biogás, así como en plantas de gas natural licuado (GNL). El estado federado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental apoya el proyecto; El Estado Libre invierte cuatro millones de euros de fondos de la UE en la fábrica de investigación del hidrógeno MV, en la que, además del INP, participan el Fraunhofer IGP y el Instituto Leibniz de Catálisis (LIKAT).
El futuro a la vista
Sin embargo, el potencial de esta nueva tecnología depende no sólo de los avances técnicos, sino también de decisiones políticas. La ministra federal de Economía, Katherine Reiche, apuesta por una política energética abierta a la tecnología, que incluya diversos procesos de hidrógeno y también importaciones. Este enfoque será crucial para determinar qué tan bien se pueden alcanzar los objetivos climáticos y expandir la economía del hidrógeno en Alemania.
En general, el proyecto de Greifswald muestra cómo las tecnologías innovadoras pueden ayudar a superar los desafíos de la transición energética. El uso de plasmalisis no sólo podría satisfacer las necesidades de hidrógeno de forma respetuosa con el clima, sino también reducir la dependencia de los combustibles fósiles y allanar el camino hacia un futuro energético más sostenible.