Peligro de incendio forestal en Meinersen: ¿estamos mejor preparados que en 1975?
Los bomberos del distrito de Gifhorn están bien preparados para condiciones climáticas extremas como las de 1975, pero aún existe riesgo de incendios forestales.

Peligro de incendio forestal en Meinersen: ¿estamos mejor preparados que en 1975?
En el distrito de Gifhorn vuelven a sonar las alarmas, porque el calor y la prolongada sequía traen a la memoria el desastre del incendio forestal de 1975. La situación meteorológica actual es similar a la amenaza de entonces, lo que planteaba grandes retos tanto para la naturaleza como para los bomberos. Sven J. Mayer, jefe de los bomberos comunitarios de la comunidad de Meinersen, destaca que están mejor preparados que entonces, pero que no se puede descartar por completo una catástrofe. "El clima está cambiando y trae consigo situaciones climáticas extremas cada vez más frecuentes", explica Mayer. Los bomberos también aprendieron la lección de 1975 y mejoraron enormemente su equipamiento.
En aquel momento, la lentitud en la respuesta se debió principalmente a la falta de unidades de bomberos y a la gran distancia hasta las fuentes de agua. Hoy en día el distrito cuenta con doce presas y cuatro camiones cisterna de bomberos de última generación. Cada cuerpo de bomberos local dispone de al menos un vehículo con un depósito de agua de hasta 2.000 litros y están estandarizados modernos conductos de chorro para dosificar el agua de forma eficiente. Actualmente también se utilizan cámaras termográficas para detectar rápidamente brasas.
Alertas e infraestructura efectivas
Otro avance es la mejora de las alertas. Las llamadas desde teléfonos móviles han hecho obsoleta la necesidad de visitar los centros de alarma contra incendios. Con el estándar de alarma "WB1", se movilizan varios azudes y camiones cisterna para prevenir a tiempo incendios forestales. Desde 1975 se han instalado más de 250 pozos de agua contra incendios y para este año se ha fijado un presupuesto de mantenimiento de 70.000 euros.
Pero no todo es color de rosa. Mayer advierte que a pesar de las numerosas mejoras, una falsa sensación de seguridad no es apropiada. Resulta especialmente problemático el aumento de los senderos forestales, que podrían dificultar los trabajos de extinción. Además, sólo entre 50 y 60 de los 500 servicios de emergencia reciben cada año un curso de formación especial sobre lucha contra incendios forestales. "Es importante aumentar la preparación, pero todavía necesitamos más formación para nuestros servicios de emergencia", continuó Mayer.
En definitiva, esto demuestra que el distrito de Gifhorn ha aprendido del pasado. Los departamentos de bomberos están ahora en una situación mucho mejor que hace 50 años. Esto, combinado con una mirada atenta a la situación meteorológica actual y los desafíos del cambio climático, da a los ciudadanos la esperanza de que no se repita la catástrofe de 1975. Matthias Meyer, del departamento de bomberos local, destaca: "¡Tenemos una buena habilidad para afrontar los desafíos que tenemos por delante!"