La filosofía de vida de Eva Erben, sobreviviente del Holocausto: felicidad a pesar del trauma

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Experimente la inspiradora filosofía de vida de Eva Erben, una sobreviviente del Holocausto, y su búsqueda de la felicidad.

Erleben Sie die inspirierende Lebensphilosophie von Eva Erben, einer Holocaust-Überlebenden, und ihr Streben nach Glück.
Experimente la inspiradora filosofía de vida de Eva Erben, una sobreviviente del Holocausto, y su búsqueda de la felicidad.

La filosofía de vida de Eva Erben, sobreviviente del Holocausto: felicidad a pesar del trauma

Todos tenemos historias que contar, pero algunas son más conmovedoras que otras. Eva Erben, una impresionante sobreviviente del Holocausto de 95 años, compartió recientemente el extraordinario recorrido de su vida en un viaje a Jerusalén. A pesar de las terribles circunstancias que vivió cuando era niña, incluido el asesinato de toda su familia a manos de los nazis y una marcha de la muerte de 700 kilómetros, se describe a sí misma como una mujer feliz. “Aprendí a vivir la vida de manera positiva”, dice, y su filosofía trae luz a los rincones más oscuros de la existencia humana. De esta manera, revela un pedazo de su alma mientras intercambia ideas con otros sobrevivientes en el memorial del Holocausto de Yad Vashem. En este entorno emocional, su mensaje es contundente: la vida no es sólo lo que sufrimos, sino también cómo respondemos a ello.

Erben enfatiza una filosofía de superación, inspirada en Friedrich Nietzsche. “Tenemos que ignorar los golpes del destino y apreciar las cosas bellas de la vida”, dice, citando la amistad y la belleza de las flores. Su sabiduría de vida no son sólo estrategias personales, sino también instrucciones para cualquiera que quiera afirmarse en tiempos difíciles. La perseverancia, la tolerancia y la aceptación de la imperfección de la vida son motivos centrales en su pensamiento. Tiene una recomendación especial bajo la manga: el poema “If” de Rudyard Kipling, que le brindó consuelo en sus momentos más difíciles.

La familia como fuente de fortaleza en tiempos oscuros

Los temas que aborda Erben son parte de un panorama más amplio que muestra a la comunidad judía durante la Shoá. El nuevo calendario 2025-2026 de la colección de Yad Vashem, titulado “La familia judía durante la Shoá: artefactos de la colección de Yad Vashem”, destaca la fragilidad de los vínculos familiares bajo el régimen nazi. De hecho, la estructura familiar judía se vio gravemente afectada y completamente desintegrada en muchos lugares. A pesar de todas las probabilidades, los judíos intentaron mantener la cohesión familiar. Estos vínculos no eran sólo una fuente de consuelo, sino también una piedra angular de su identidad. Los artefactos ilustrados en el calendario son más que simples objetos; son recordatorios reconfortantes de gestos amorosos y simbolizan separaciones dolorosas.

Registrar millones de nombres del pasado es una tarea central del monumento. Muchos de los nombres aún no están identificados y están esperando ser agregados a la base de datos. Desde 2004, la base de datos de nombres de Yad Vashem ha registrado casi tres millones de víctimas documentadas. El Proyecto de Recuperación de Nombres de las Víctimas de la Shoá es una iniciativa que tiene como objetivo completar estos nombres y alentar a las familias a involucrarse con los recuerdos de sus antepasados. Muchas de estas personas fueron evacuadas a las zonas centrales de la URSS durante la Operación Barbarroja y las terribles circunstancias durante este período también abordan el destino de miles de personas que a menudo han sido olvidadas.

La memoria como conexión viva

Yad Vashem no sólo se esfuerza por preservar los hechos históricos, sino que también promueve la memoria y la conciencia entre el pueblo judío. El premio Nobel Prof. Elie Wiesel destacó la importancia de la base de datos: conecta a los vivos con los muertos y es una parte central de la memoria colectiva. La digitalización en curso de nombres e historias no es sólo un desafío, sino también una fuente de consuelo e identidad para muchos sobrevivientes y sus familias.

En un momento en el que seguimos contando nuestras historias, Eva Erben nos enseña que no se trata sólo de lo que nos pasó, sino de cómo afrontamos esa historia. Su viaje es un testimonio vivo de que incluso en la oscuridad más profunda puede existir una chispa de esperanza y felicidad. La importancia de recordar las raíces, pero también de moldear el futuro con una sonrisa, es algo que quizás podamos aprender de la inquebrantable alegría de vivir de esta extraordinaria mujer.