Lucha contra la extrema derecha: ¡Jamel arrasa con un gran festival!

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El festival "Jamel rocks the forester" se enfrenta al extremismo de derecha en Mecklemburgo-Pomerania Occidental. Los iniciadores son Birgit y Horst Lohmeyer.

Das Festival „Jamel rockt den Förster“ begegnet Rechtsextremismus in Mecklenburg-Vorpommern. Initiatoren sind Birgit und Horst Lohmeyer.
El festival "Jamel rocks the forester" se enfrenta al extremismo de derecha en Mecklemburgo-Pomerania Occidental. Los iniciadores son Birgit y Horst Lohmeyer.

Lucha contra la extrema derecha: ¡Jamel arrasa con un gran festival!

El 22 de agosto de 2025 tuvo lugar en Jamel, Mecklemburgo-Pomerania Occidental, el festival “Jamel rocks the forester”, que pretende ser un contramovimiento contundente contra el extremismo de derecha. Numerosos artistas y representantes políticos se reunieron en este evento de alto perfil, que recibió atención nacional. El centro del evento siguió siendo el mensaje político, que se pretende resaltar en medio de un Jamel cada vez más ocupado por fuerzas nacionalistas. Hace unos 20 años comenzó en la región el ascenso de los extremistas de derecha que querían convertir esta pintoresca comunidad en un “pueblo modelo nacionalsocialista”.

Los iniciadores del festival son la pareja de artistas Birgit y Horst Lohmeyer, que desde 2004 luchan activamente contra las tendencias de extrema derecha. Su compromiso ya ha sido reconocido con varios premios. Entre los partidarios de la fiesta se encuentra Manuela Schwesig, del SPD, que es su patrocinadora desde 2016. En la fiesta también participaron numerosos políticos federales y estatales, dando ejemplo de tolerancia. Alto noticias diarias La programación se mantuvo deliberadamente en secreto para despertar la curiosidad de los visitantes y centrar claramente el mensaje. Aparecieron nombres conocidos como Toten Hosen, Fettes Brot y Deichkind.

Una señal no sólo para Jamel

A pesar de toda la euforia, el festival no sólo es celebrado, sino también cuestionado críticamente. En un análisis de Mensajero del Norte Se critica que el compromiso del evento no es lo suficientemente sostenible para combatir la intolerancia y la exclusión a largo plazo. Los críticos argumentan que en las ciudades de los alrededores, como Groß Krams y Grevesmühlen, faltan iniciativas y eventos similares, que no apoyan adecuadamente los esfuerzos de la sociedad civil local.

La comunidad de Gägelow, donde se encuentra Jamel, ha prestado especial atención este año al festival: por primera vez se exige un alquiler de 8.000 euros para las zonas del festival. Estos nuevos requisitos fueron abordados directamente por el consejo local, que también incluye miembros con pasados ​​turbulentos. Sin embargo, los Lohmeyer lograron registrar el festival como un encuentro político para poder beneficiarse de altas tarifas por el espacio. Un tribunal también se pronunció sobre numerosos requisitos, entre ellos la prohibición de las botellas de vidrio y el aumento del número de carpetas. También causó revuelo un conocido conflicto sobre el trayecto entre el camping y el lugar de conciertos debido a preocupaciones medioambientales.

Una red fuerte contra el extremismo de derecha

El festival ofrece una plataforma para redes de la sociedad civil que promueven la tolerancia y la integración en el oeste de Mecklemburgo. Alto Wikipedia Hay una serie de iniciativas y organizaciones que hacen campaña a favor de la democracia y contra el racismo. Esto demuestra que la región está tomando medidas proactivas para contrarrestar las tendencias de extrema derecha. Sin embargo, cabe esperar que tales eventos no sean la única forma de participación, sino que sirvan como impulso para más actividades locales que puedan crear una conciencia pública más amplia sobre las preocupaciones de la sociedad civil.

Queda por ver en el futuro si la celebración del festival puede servir como estrategia sostenible contra el extremismo de derecha. Pero si bien Jamel rocks the forester arroja luz repetidas veces sobre la trágica realidad de las tendencias de extrema derecha, permanece la esperanza de que la sociedad civil eventualmente tome la delantera y genere un cambio a largo plazo.