Taiwán y Braunschweig: ¡Revolución en la investigación en computación cuántica!

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La Universidad Técnica de Braunschweig coopera con investigadores taiwaneses en el desarrollo de innovadores puntos cuánticos de germanio para ordenadores cuánticos.

Die Technische Universität Braunschweig kooperiert mit taiwanesischen Forschern zur Entwicklung innovativer Germanium-Quantenpunkte für Quantencomputer.
La Universidad Técnica de Braunschweig coopera con investigadores taiwaneses en el desarrollo de innovadores puntos cuánticos de germanio para ordenadores cuánticos.

Taiwán y Braunschweig: ¡Revolución en la investigación en computación cuántica!

Hoy en día están sucediendo muchas cosas en el mundo de la tecnología y la investigación, especialmente en lo que respecta al desarrollo pionero de computadoras cuánticas. La Universidad Técnica de Braunschweig y la Universidad Nacional Yang Ming Chiao Tung (NYCU) en Taiwán se han asociado para lanzar un interesante proyecto llamado "CryoDot". A lo largo de los próximos tres años, ambas instituciones desean investigar sobre puntos cuánticos de germanio, lo que permitirá operar ordenadores cuánticos en mejores condiciones de temperatura. Cómo Universidad Técnica de Braunschweig Según informa, el proyecto está financiado con unos 750.000 euros de Taiwán y Alemania.

Pero, ¿qué es lo que realmente hace que el germanio sea tan especial? El germanio (Ge), un elemento químico con número atómico 32, se caracteriza por su aspecto duro, quebradizo y de color blanco grisáceo. Pertenece al grupo del carbono y tiene algunas propiedades que lo convierten en un valioso semiconductor. No sólo se utiliza en transistores y componentes electrónicos, sino que también se utiliza en áreas como la transmisión óptica de datos y las células solares. Sin embargo, el germanio no está exento de controversia, porque hasta cierto punto puede tener propiedades nocivas, lo que requiere un manejo cuidadoso, como por ejemplo Wikipedia determina.

Investigación sobre qubits

El corazón del proyecto “CryoDot” es mejorar las operaciones de qubit en computadoras cuánticas. En este caso, el equipo de Braunschweig, junto con el líder de la investigación, el profesor Vadim Issakov, se centra en el desarrollo de elementos de control central en silicio. Los investigadores taiwaneses, por el contrario, tienen la tarea de desarrollar puntos cuánticos de germanio, que deberían funcionar con pocos errores a temperaturas de 4 Kelvin e incluso calcular más rápido que sus homólogos de silicio. Esto podría significar un cambio de paradigma en la tecnología de computación cuántica.

La combinación de puntos cuánticos de germanio con aluminio granulado, un nuevo material superconductor, promete un impulso adicional a la innovación. Como en un artículo de ciencia simple Destacado, estos resonadores de aluminio demuestran propiedades impresionantes que incluyen alta inductancia cinética y resistencia a campos magnéticos. Estas propiedades podrían beneficiar a los qubits al facilitar la gestión de las interacciones entre superconductores y semiconductores.

Otro punto positivo es que la investigación sobre el aluminio granulado permite controlar en tiempo real la resistencia eléctrica de los materiales, lo que supone un gran obstáculo para el desarrollo de los ordenadores cuánticos. La combinación de robustos puntos cuánticos de germanio y aluminio innovador podría allanar el camino para futuros avances en diversos campos, desde aplicaciones criptográficas hasta el desarrollo de fármacos.

Esto deja claro que el proyecto “CryoDot” no sólo representa una importante colaboración entre equipos de investigación de ambos países, sino que también parece representar un paso importante en el desarrollo evolutivo de las computadoras cuánticas. Queda por ver en los próximos años qué progreso puede lograr el equipo y cómo estos desarrollos afectarán el panorama tecnológico.