Vertedero en Rosenow: ¿crisis de residuos o protección del clima? ¡Nuevos desafíos!

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El vertedero de Rosenow en Mecklemburgo-Pomerania Occidental muestra avances en la protección del clima mediante la gestión de residuos y las nuevas tecnologías.

Die Deponie Rosenow in Mecklenburg-Vorpommern zeigt Fortschritte im Klimaschutz durch Abfallbewirtschaftung und neue Technologien.
El vertedero de Rosenow en Mecklemburgo-Pomerania Occidental muestra avances en la protección del clima mediante la gestión de residuos y las nuevas tecnologías.

Vertedero en Rosenow: ¿crisis de residuos o protección del clima? ¡Nuevos desafíos!

En el municipio de Rosenow, en la región de los lagos de Mecklemburgo, todo gira actualmente en torno a la eliminación de residuos y al explosivo tema de la protección del clima. El vertedero local, gestionado por Ostmecklenburgisch Vorpommerschen Vernutz- und Deponie GmbH (OVVD), ha desempeñado un papel central en la gestión de residuos desde que se aprobó la ley sobre vertederos el 1 de junio de 2005. Esta ley tiene como objetivo reducir los nocivos gases de efecto invernadero procedentes de los residuos, lo que es de gran importancia para la región. Cada año llegan a Rosenow más de 200.000 toneladas de residuos domésticos, de los cuales sólo alrededor del 40 por ciento acaban en vertederos. Alrededor del 20 por ciento de los residuos domésticos, especialmente madera y metales, se devuelven a la economía circular, mientras que el 40 por ciento restante, principalmente plásticos, se incinera.

Es un buen negocio, pero la situación también tiene sus desventajas. En promedio, el departamento de bomberos voluntarios responde a incendios en vertederos nueve veces al año y esta tendencia está aumentando. Particularmente problemática es la eliminación inadecuada de las baterías de iones de litio, que son cada vez más responsables de estos incendios. Un tema que lamentablemente no sólo es más relevante que nunca en Rosenow, sino que también causa alarma en toda Alemania.

Obligaciones de reciclaje y devolución de baterías

La gestión de residuos se ve especialmente complicada debido a la nueva obligación de recuperar las pilas. En Alemania hay en total unos 3.309 centros de reciclaje, pero sólo 150 de ellos están equipados para el almacenamiento seguro de determinados tipos de baterías. Cómo Remondis Según los informes, los proveedores de eliminación de residuos municipales se enfrentan a enormes desafíos debido al creciente volumen de residuos. Surgen dudas sobre personal cualificado y conceptos de solución sólidos.

También han surgido críticas, especialmente por parte de la Asociación Alemana de Ciudades y Municipios, que exigen una organización de fabricantes flexible. La nueva obligación de recogida no sólo conlleva un mayor riesgo de incendio, como subraya Stefanie Stadie, responsable medioambiental de HDE, sino que también supone una pesada carga para los recursos de las empresas de eliminación de residuos.

Una mirada al futuro: baterías y movilidad

Si miras más allá de las fronteras nacionales, puedes ver otro aspecto del cambio relacionado con las baterías. A partir de 2035, ya no se permitirá la matriculación en la UE de coches nuevos con motores de gasolina o diésel. Hay demanda de motores eléctricos y, con ellos, el desarrollo de baterías sostenibles de iones de litio. Esta tecnología requiere materiales avanzados, cuyo reciclaje requiere actualmente mucho esfuerzo. Fraunhofer muestra cómo proyectos de investigación como “Kolibri” pretenden mejorar el equilibrio medioambiental de estas baterías y garantizar una movilidad respetuosa con el clima.

El desafío es: ¿Cómo se puede seguir desarrollando esta tecnología para que sea totalmente reciclable al final de su vida útil? Los conceptos de evaluación ambiental anual y reducción de la dependencia de las materias primas están cobrando impulso y muestran que el camino hacia un futuro más limpio requiere un esfuerzo público y económico.

En general, el vertedero de Rosenow no es sólo un lugar para la eliminación de residuos, sino un símbolo del cambio en la gestión de residuos. Con inversiones masivas en nuevas plantas de clasificación y descomposición, las señales apuntan a un progreso. E incluso si los desafíos son grandes, este es un buen ejemplo de cómo se pueden conciliar la responsabilidad ecológica y la realidad económica.