Hacia el futuro con plasmalisis: ¡producción de hidrógeno sin CO₂!
La investigación en Greifswald sobre la plasmalisis está revolucionando la producción de hidrógeno para la transición energética, de forma eficiente y sin CO₂.

Hacia el futuro con plasmalisis: ¡producción de hidrógeno sin CO₂!
¿Qué está pasando en la investigación alemana sobre el hidrógeno? Un nuevo enfoque podría avanzar significativamente en la transición energética. El proceso de Alemania OrientalPlasmalisispara la producción de hidrógeno muestra resultados prometedores y podría revolucionar las necesidades energéticas de este país. Investigador en Instituto Leibniz de Investigación y Tecnología del Plasma (INP) En Greifswald trabajan en este método innovador que descompone el metano en hidrógeno y carbono sólido. Con un consumo de energía de sólo unos 12 kWh por kilogramo de hidrógeno, la plasmalisis requiere mucha menos electricidad que los procesos de electrólisis convencionales, que actualmente consumen entre 40 y 80 kWh.
Pero la plasmalisis tiene aún más que ofrecer: este proceso no produce emisiones de CO₂ y el carbono sólido que se produce como subproducto se puede utilizar en diversas industrias. El proceso, que idealmente funciona con metano climáticamente neutro procedente de biogás, podría servir como clave para un suministro de energía y una industria climáticamente neutros. También podría ofrecer la posibilidad de producir hidrógeno directamente a bordo de los barcos, lo que facilitaría mucho el transporte de combustible.
Diferentes procedimientos, un objetivo
El hidrógeno se consideraTecnología clavepara la descarbonización en los ámbitos de la industria, el transporte y el suministro de energía. Existen varios métodos para producir hidrógeno, como el reformado con vapor de gas natural, la electrólisis del agua y los procesos termoquímicos. La plasmalisis en particular tiene el potencial de actuar como una alternativa respetuosa con el medio ambiente, ya que no sólo es más eficiente energéticamente que los procesos tradicionales como el reformado con vapor, sino que además no provoca emisiones nocivas de CO₂. Por el contrario, depende de materias primas renovables y protege considerablemente el medio ambiente. Ingenieur.de destaca que los procesos de plasma son muy populares tanto en términos de producción como de eficiencia.
Actualmente, Alemania necesita entre 55 y 60 teravatios hora de hidrógeno al año, la mayor parte del cual es hidrógeno gris, cuya producción es perjudicial para el medio ambiente. El gobierno federal se ha fijado el objetivo de sustituir entre 40 y 75 teravatios hora de hidrógeno verde hasta 2030. El proyecto de investigación sobre plasmalisis recibirá una considerable financiación de 4 millones de euros de fondos de la UE de Mecklemburgo-Pomerania Occidental Mercurio informó.
Potencial y desafíos
Sin embargo, el desafío radica en la implementación rápida y efectiva de nuevas tecnologías. Según un estudio del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, en 2023 se ejecutaron menos del 10% de los proyectos anunciados para la producción de hidrógeno verde. De cara al futuro, queda por ver cómo se desarrollarán las condiciones del mercado y las decisiones políticas. La ministra federal de Economía, Katherine Reiche, está aplicando un enfoque tecnológico abierto a la política energética para permitir el máximo progreso.
Otro detalle destacable se refiere a los proyectos previstos en el sector del hidrógeno: actualmente las empresas prevén una potencia total de 11,3 GW, lo que supera incluso el objetivo de 10 GW de la Estrategia Nacional del Hidrógeno. Con la voluntad política adecuada, se podría marcar el rumbo hacia una producción de hidrógeno sostenible y eficiente que no solo sirva a los objetivos climáticos sino que también promueva el crecimiento económico. Así es como funciona Grafuerza de Berlín sobre tecnologías apropiadas que permitan una producción de hidrógeno rentable y energéticamente eficiente.
En resumen, cabe señalar que la plasmalisis es un método innovador y prometedor para transformar la producción de hidrógeno y, por tanto, podría contribuir significativamente a la transición energética. Con un claro enfoque en la sostenibilidad y el progreso tecnológico, el futuro de la tecnología del hidrógeno seguirá siendo apasionante en Alemania.