Protesta en Schwerin: ¡el monumento a Lenin se enfrenta a una resistencia indignada!
El 14 de junio de 2025, asociaciones de víctimas de Schwerin protestaron contra el monumento a Lenin y exigieron su retirada.

Protesta en Schwerin: ¡el monumento a Lenin se enfrenta a una resistencia indignada!
El 14 de junio de 2025, unas tres docenas de representantes de asociaciones de víctimas se reunieron frente al controvertido monumento a Lenin en Schwerin para protestar contra su existencia. La ocasión fue un llamado a rechazar los honores públicos a los representantes de la tiranía. Burkhard Bley, representante estatal para la reconciliación con la dictadura del SED, habló en su discurso de la conexión entre Lenin y el llamado “terror rojo”, que costó la vida a numerosos civiles alemanes.
Sólo durante la dictadura del SED, unas 35.000 personas sufrieron persecución política; muchos fueron enviados a campos de trabajos forzados o incluso condenados a muerte. Bley anunció una conferencia sobre estas persecuciones para finales de septiembre en Schwerin. Stefan Krikowski, presidente de la comunidad del campo de Vorkuta, aumentó la presión sobre la administración de la ciudad exigiendo la retirada del monumento y sugiriendo en su lugar la construcción de un monumento al ejecutado político Arno Esch.
Un monumento lleno de polémica
El monumento a Lenin, inaugurado en 1985 en la Hamburger Allee, se ha convertido desde hace tiempo en una fuente permanente de fricciones. Creada por el artista estonio Jaak Soans, la estatua mide unos impresionantes 3,50 metros y originalmente estaba pensada como un recordatorio del decreto de Lenin sobre la expropiación de los grandes terratenientes en la zona ocupada por los soviéticos. A pesar de su trasfondo muy político, el monumento, que en repetidas ocasiones provocó ataques de color, sigue en pie en el paisaje urbano. La ubicación en una intersección muy transitada, rodeada por un edificio prefabricado, lo convierte en un tema constante en el discurso público.
Sin embargo, la administración de la ciudad insiste en que el monumento forma parte del desarrollo histórico de la zona y quiere conservarlo con una placa explicativa. El asistente de archivo Rainer Blumenthal también criticó la inscripción incorrecta, en la que no se indica correctamente el nombre de Lenin, y recomendó aprovechar el monumento como oportunidad para debatir. Ha habido varias protestas desde su creación, la última importante tuvo lugar en 2015 con motivo del centenario de la Revolución de Octubre.
Un contexto histórico
Desde una perspectiva histórica, el monumento es sintomático de la cultura del recuerdo y de los monumentos en Alemania. Durante la era de la RDA se erigieron monumentos políticos, como estos restos de un orden desaparecido, en todo el país para reforzar la autoimagen del gobierno del SED. Después de la caída del comunismo en 1989, estos monumentos a menudo se convirtieron en blanco de debates públicos y fueron cuestionados tanto emocional como fácticamente. Nunca hubo una orden central para eliminarlos; más bien, las iniciativas políticas locales decidieron el paradero de los monumentos.
En las últimas décadas se ha producido un verdadero cambio social: algunos monumentos han sido demolidos para dejar espacio a nuevas perspectivas y recuerdos. Por tanto, el debate sobre el monumento a Lenin sigue siendo una señal de los conflictos actuales sobre la interpretación del pasado alemán y cómo afrontar su historia. El legado leninista sigue provocando disputas políticas y agitando las mentes de la gente.
Además de la protesta, inmediatamente después de la manifestación se inauguró en el Centro de Documentación para las Víctimas de la Dictadura una exposición itinerante titulada “Paredes – Rejillas – Alambre de púas”. Esta exposición ofrece información sobre la persecución política en la zona de ocupación soviética y en la RDA y muestra así una vez más la compleja relación entre recuerdo y represión en la posguerra alemana.
La controversia sobre el monumento a Lenin en Schwerin plantea interrogantes no sólo sobre la historia, sino también sobre el presente. ¿Cómo lidiamos con las reliquias de un régimen pasado cuya sombra aún cae sobre la sociedad?
Este tema sigue siendo apasionante y muestra cuán arraigados están los debates sobre el recuerdo de la dictadura del SED y sus símbolos. Ciertamente aún no se ha dicho la última palabra en este debate.