Linfedema después del cáncer de mama: ¡el triple de carga para los afectados!
El linfedema después del cáncer de mama afecta a muchas mujeres. Descubra por qué se requiere un mejor reconocimiento y atención.

Linfedema después del cáncer de mama: ¡el triple de carga para los afectados!
Como parte de la “Rosa de Octubre”, una importante campaña anual de sensibilización sobre el cáncer de mama, este año se prestará especial atención al problema grave, pero a menudo pasado por alto, del linfedema. Alto Le Figaro Santé El linfedema es una enfermedad incurable que afecta aproximadamente a una de cada cinco mujeres después del cáncer de mama. Esta enfermedad provoca un engrosamiento de la piel y un aumento de volumen de las extremidades afectadas, lo que provoca estrés no sólo físico sino también psicológico y social en los afectados.
El linfedema suele ser causado por procedimientos médicos como la extirpación de ganglios linfáticos o la radioterapia, que pueden dañar los vasos linfáticos. Las mujeres afectadas a menudo tienen que soportar ellas mismas los costes económicos del tratamiento de por vida, ya que el linfedema no se reconoce como una complicación independiente del tratamiento del cáncer de mama. La nueva legislación del 28 de enero de 2025 para mejorar la atención de seguimiento después del cáncer de mama ha excluido por completo el linfedema, que el público considera inadecuado.
Aumento de enfermedades y nuevas opciones de tratamiento
El tratamiento del linfedema no puede descartarse de plano. Además de los dispositivos de compresión convencionales, se utilizan cada vez más enfoques terapéuticos innovadores. En 2024 se pueden esperar avances como los sistemas inteligentes de compresión neumática y el tacrolimus tópico. Le Médecin informa que muchos pacientes pueden beneficiarse de una terapia de descongestión compleja que incluye drenaje linfático manual y ejercicios específicos.
El camino hacia la curación
Sin embargo, el desafío suele ser detectar el linfedema a tiempo. Los síntomas iniciales suelen ser signos sutiles, como un anillo apretado o la presión de una camisa, seguidos de una hinchazón gradual del brazo. La clave para un tratamiento exitoso reside en el diagnóstico precoz y la terapia regular: con un tratamiento oportuno se puede lograr la estabilidad o incluso la mejora de la enfermedad hasta en el 80 por ciento de los casos.
Mantenerse activo también es importante; Deportes como la natación o el ciclismo son beneficiosos, aunque se deben evitar los deportes de contacto. En caso de hinchazón repentina, enrojecimiento o fiebre, es recomendable buscar atención médica de inmediato para evitar problemas de salud graves.
Teniendo en cuenta estos hechos, hay renovados llamamientos para que se reconozca oficialmente el linfedema y para que se creen vías de tratamiento integradas y una mejor atención. El Dr. Stéphane Vignes, jefe del Departamento de Linfología del Hospital Cognacq-Jay y presidente de la Société Française de Lymphologie, defiende estas preocupaciones y destaca la importancia de sensibilizar sobre esta cuestión en el marco de la “Rosa de Octubre”. Si bien el mes de otoño se centra en el cáncer de mama, los desafíos asociados con él, como el linfedema, no deben quedar en un segundo plano.