Bremen en un callejón sin salida: ¡ArcelorMittal rechaza el acero verde!

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ArcelorMittal rechaza una transición respetuosa con el clima en Bremen, lo que desencadena conflictos laborales e impacto en las emisiones.

ArcelorMittal lehnt klimafreundliche Umstellung in Bremen ab, was Arbeitskämpfe und Auswirkungen auf Emissionen auslöst.
ArcelorMittal rechaza una transición respetuosa con el clima en Bremen, lo que desencadena conflictos laborales e impacto en las emisiones.

Bremen en un callejón sin salida: ¡ArcelorMittal rechaza el acero verde!

Actualmente en Bremen hay entusiasmo por la producción de acero de ArcelorMittal. Cómo Clase contra clase Según informa la empresa, la empresa ha decidido suspender sus planes de adaptar su producción de acero de forma respetuosa con el clima. Esto no sólo afecta al medio ambiente, sino también a los más de 8.000 puestos de trabajo en Bremen directamente relacionados con el taller.

El tema central del debate son las elevadas emisiones de CO2 de la empresa. Con alrededor de 5 millones de toneladas de CO2 emitidas por ArcelorMittal en Bremen en 2022, la industria siderúrgica es uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero en Alemania. Este sector representa actualmente alrededor del 30% de las emisiones del sector industrial. Un cambio planificado a la producción de acero utilizando hidrógeno podría introducir procesos con menores emisiones, que, sin embargo, también dependen de una expansión masiva de las energías renovables.

La decisión innovadora

Los planes preveían producir anualmente 3,5 millones de toneladas de acero de forma más respetuosa con el clima en Bremen y en su planta asociada en Eisenhüttenstadt, pero en junio de 2023 ArcelorMittal rechazó una financiación gubernamental de 840 millones de euros. El director general Geert Van Poelvoorde justifica esta decisión por la incertidumbre sobre la futura disponibilidad de hidrógeno "verde" barato y los elevados precios de la electricidad. La transformación se considera demasiado arriesgada, especialmente en lo que respecta a los beneficios de las empresas.

Esta situación plantea preguntas: ¿Qué pasa después? Se pide transparencia económica y la formación de comités de acción relacionados con las empresas para representar los intereses de los empleados y evitar recortes salariales y de empleos. Un posible apoyo podría provenir de IG Metall, que podría desempeñar un papel crucial en la coordinación de los intereses de los empleados.

Colaboración para un futuro más sostenible

A pesar de la decisión de Bremen, hay esperanza: ArcelorMittal ha firmado con la empresa Wiederholt una declaración de intenciones para utilizar acero con emisiones reducidas de CO2. Según ArcelorMittal Las emisiones de CO2 en Europa se reducirán en un 35 por ciento para 2030, con el objetivo global de ser cero emisiones netas para 2050. Repetir los planes para ahorrar hasta un 65 por ciento de CO2 en comparación con la producción tradicional mediante el abastecimiento de acero laminado en caliente elaborado con al menos un 75 por ciento de chatarra reciclada.

Aquí hay un primer rayo de esperanza: algunos usuarios finales ya han expresado interés en el acero con emisiones reducidas. Jochen Grünewald de ArcelorMittal destaca que para Wiederholt se lleva a cabo un desarrollo de productos personalizados, lo que subraya el compromiso con una producción más respetuosa con el medio ambiente.

Una clave para el futuro

Más allá de todos estos acontecimientos, la cuestión del futuro de la industria siderúrgica es cada vez más apremiante. Los estudios muestran que una transformación exitosa en la industria del acero puede ser beneficiosa no sólo desde el punto de vista ecológico sino también económico. Podría fortalecer la red de valor y contribuir al liderazgo tecnológico de las empresas alemanas. Sin embargo, es crucial que todos los actores estén preparados para unirse y actuar de manera orientada al futuro.

El debate actual sobre la producción de acero en Bremen muestra una vez más lo importante que es garantizar el empleo y promover la conversión ecológica. ¿Será posible encontrar el equilibrio entre rentabilidad económica y protección del medio ambiente? Los próximos meses serán cruciales y queda por ver cómo responderán los responsables a los desafíos.