Tenis de mesa con corazón: ¡la familia Gottschlich inspira a Emden!

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En Emden, la familia Gottschlich es una apasionada del tenis de mesa: juega, analiza y sueña con el éxito.

In Emden engagiert sich die Familie Gottschlich leidenschaftlich im Tischtennis - spielen, analysieren und träumen von Erfolgen.
En Emden, la familia Gottschlich es una apasionada del tenis de mesa: juega, analiza y sueña con el éxito.

Tenis de mesa con corazón: ¡la familia Gottschlich inspira a Emden!

A la familia Gottschlich de Emden le une especialmente su pasión por el tenis de mesa. El padre Ralf (60), la madre Sandra (49) y su hijo Nils (16) no son sólo una familia, sino también un equipo bien entrenado que lo da todo por su deporte en Blau-Weiß Borssum (BWB). Están activos todos los fines de semana y demuestran hasta qué punto el tenis de mesa está arraigado en sus vidas. Cómo nwzonline Como se informó, las actividades deportivas están exactamente divididas: Nils juega el viernes en la liga regional, Ralf juega en la liga regional el sábado y Sandra juega en la liga regional el domingo.

Ralf se inspiró en su padre Martin, a quien también le gustaba el tenis de mesa. Empezó a jugar a los 14 años, motivado por los vecinos, y rápidamente se allanó el camino hacia los primeros partidos en 1978. A lo largo de los años, Ralf hizo carrera en diferentes ligas, desde la liga regional hasta la liga estatal. Por cierto, a Sandra le pilló el gusanillo del tenis de mesa cuando tenía 10 años y desde entonces apenas ha tomado descanso, salvo una breve baja por maternidad. Su hijo Nils, en cambio, empezó a tocar la raqueta a los 7 años y resultó ser un verdadero talento que rápidamente logró el éxito en los torneos.

Tenis de mesa en la vida familiar cotidiana

Pero los Gottschlich no se limitan a pisar el campo. También apuestan por el deporte del tenis de mesa a nivel funcional. Ralf y Sandra recibieron la insignia de honor del distrito en plata y oro por su compromiso y en memoria del difunto padre de Ralf. Nils también está activo y ayuda en los trabajos de limpieza y reparación en el departamento de tenis de mesa. El juego se analiza a veces de forma muy intensa en la mesa de la cocina, lo que, según la familia, ya ha provocado conflictos entre Ralf y Nils: mamá Sandra a menudo tiene que mediar.

No es sólo el éxito deportivo lo que impulsa a la familia, sino también el sentido de comunidad dentro del equipo. Nils sueña con jugar en la liga de Baja Sajonia, mientras que Ralf está interesado en los retos de la liga federativa. Sandra, por su parte, valora la sociabilidad en el equipo de la liga regional. A pesar de la intensa planificación del fin de semana, a veces los numerosos juegos les resultan un desafío, pero siguen siendo leales al deporte y a la comunidad. Una anécdota al margen: Sandra incluso dijo que dejaría de jugar si Nils anotara más puntos que ella, lo cual ya es cierto, pero aún así quiere seguir jugando.

En un momento en el que muchas actividades deportivas enfrentan desafíos, la familia Gottschlich es un gran ejemplo de cómo uno puede permanecer fiel al deporte y a la comunidad con pasión y compromiso.