Paralizada a los 25 años: el inspirador regreso de Andrea tras el derrame cerebral
Descubra cómo Andrea Eißer, de Schleswig-Holstein, dominó una nueva vida después de su accidente cerebrovascular y animó a otros.

Paralizada a los 25 años: el inspirador regreso de Andrea tras el derrame cerebral
El 29 de octubre de 2025, un destino conmovedor llama la atención sobre los desafíos y oportunidades después de un derrame cerebral. Cada año, 270.000 personas en Alemania sufren un derrame cerebral, que a menudo tiene profundas consecuencias en sus vidas. El siguiente reportaje se centra en las experiencias de Andrea Eißer, de Ostholstein, que también sufrió este destino cuando tenía 25 años.
Andrea sufrió un derrame cerebral que cambió su vida de un solo golpe. Esa mañana, cuando se levantó del sofá, no tenía idea de que ese sería el punto de inflexión de su vida. Desde entonces, su brazo izquierdo está paralizado y Andrea ha decidido afrontar su vida cotidiana con ayuda del sida. A pesar de los enormes desafíos, ella no se rindió y lleva 22 años luchando por el progreso en la terapia física y ocupacional. Su determinación también se refleja en el hecho de que ahora trabaja como asistente de accidentes cerebrovasculares en Sana Clinic en Lübeck y dirige un grupo de autoayuda.
Los desafíos después de un derrame cerebral
Andrea se prepara para los desafíos de salud que conlleva un derrame cerebral. En Schleswig-Holstein, más de 45.000 personas se vieron afectadas entre 2013 y 2023. Un accidente cerebrovascular puede ocurrir debido a un trastorno circulatorio en el cerebro, que generalmente es causado por arterias bloqueadas (80%) o vasos sanguíneos rotos (20%). Una acción rápida es crucial para salvar las células nerviosas vitales. Los signos de un derrame cerebral incluyen debilidad o pérdida de sensibilidad en un lado del cuerpo, pérdida del habla, dolores de cabeza intensos, problemas de visión o mareos.
Andrea recuerda su estancia en la “Unidad de Ictus” del hospital universitario Schleswig-Holstein de Lübeck, donde fue tratada. En Schleswig-Holstein hay en total 13 unidades especializadas que atienden a pacientes con accidente cerebrovascular. A pesar de sus limitaciones, Andrea está orgullosa de su progreso y quiere animar a otros que la padecen. “Un derrame cerebral no es el final, pero puede ser un nuevo comienzo”, enfatiza.
Consecuencias a largo plazo y ofertas de ayuda.
Un impresionante 60% de los pacientes con accidente cerebrovascular todavía necesitan ayuda o terapia un año después del incidente. La madre de Andrea habló sobre las consecuencias emocionales de la enfermedad y el desafío de aceptar la situación. La propia Andrea es un ejemplo vivo de cómo se pueden sacar nuevas fuerzas de una situación tan difícil. Demuestra que incluso después de los golpes del destino, es posible vivir con dignidad y autodeterminación.
En general, la historia de Andrea transmite esperanza y fortaleza. Si bien muchas personas luchan contra un derrame cerebral, hay apoyo disponible a través de grupos de apoyo y terapia. Andrea vive este camino y motiva a otros a no darse por vencidos. Superar los desafíos físicos y emocionales no sólo trae contratiempos, sino también muchos pequeños éxitos.