Mujer mayor se defiende: ¡Los cuidadores masculinos me hacen sentir incómoda!

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En Uelzen, Beate Liebelt, de 84 años, tiene dificultades a la hora de elegir el género en la asistencia. Sus experiencias plantean preguntas importantes.

Im Uelzen erlebt Beate Liebelt, 84, Schwierigkeiten mit der Geschlechterwahl in der Pflege. Ihre Erfahrungen werfen wichtige Fragen auf.
En Uelzen, Beate Liebelt, de 84 años, tiene dificultades a la hora de elegir el género en la asistencia. Sus experiencias plantean preguntas importantes.

Mujer mayor se defiende: ¡Los cuidadores masculinos me hacen sentir incómoda!

Beate Liebelt tiene 84 años y, tras varias operaciones de espalda y una nueva rodilla, ha comprobado lo importante que es un cuidado adecuado para su calidad de vida. El apoyo semanal de un servicio de atención ambulatoria es fundamental para las personas mayores, especialmente a la hora de ducharse de forma independiente. Pero un incidente cuestionó su visión del personal de enfermería: un enfermero se presentó durante una cita, a pesar de que Beate había pedido específicamente apoyo femenino. “Eso me hace sentir incómoda”, dijo abiertamente. Su marido, Wolfgang Liebelt, le apoya plenamente: "Hay que mantener el respeto por uno mismo", explica categóricamente.

Sophie Borm, portavoz de la clínica Uelzen Helios, destaca que se toman en serio la dignidad y las necesidades individuales de los pacientes. Sin embargo, la experiencia de Beate Liebelt demuestra que aún se puede mejorar. Según Borm, el hospital intenta respetar las preocupaciones sobre las enfermeras del sexo opuesto “siempre que las condiciones lo permitan”. En el caso de Beate, sin embargo, la solicitud no fue atendida, por lo que tuvo que cubrir ella misma los gastos del cuidador masculino.

Desafíos en la atención ambulatoria

Dirk Ammann, propietario de un servicio de enfermería en Uelzen, confirma que estas preocupaciones suelen solucionarse al cerrar el contrato. Sin embargo, admite que a menudo es más difícil cumplir los deseos de género en la atención ambulatoria que en las residencias de ancianos. Olaf Heinemann, de la residencia de ancianos Heinemann en Medingen, afirma que en su casa, en general, se respetan los deseos de los residentes. Pero sólo dos de cada 50 residentes han pedido alguna vez que las cuiden mujeres, lo que facilita la planificación pero también significa la necesidad de hacer concesiones en caso de enfermedad o vacaciones.

Pero ¿qué pasa cuando se trata de necesidades específicas? Aquí es donde entra en juego la cuestión de la atención equitativa desde el punto de vista del género. En una publicación conjunta de la Dra. Barbara Stiegler y la Dra. Dorothee Beck se advierte que quienes necesitan atención y que forman parte de la comunidad LGBTQIA+ a menudo tienen necesidades específicas que a menudo no se tienen en cuenta en la práctica actual. La comunicación abierta es crucial para tener en cuenta estas necesidades y contrarrestar la discriminación.

Inclusión y diversidad en enfermería

Además, es importante promover la sensibilización y la formación continua de los empleados de los centros asistenciales. En muchas instituciones, los temas relacionados con la diversidad sexual y de género a menudo siguen siendo invisibles o incluso tabú. A menudo se pasan por alto las necesidades de las personas queer en la vejez, lo que puede provocar discriminación y pérdida de calidad de vida. Según la Estrategia Bávara contra la Demencia, la atención respetuosa y la consideración de la orientación sexual son aspectos esenciales de una atención integral.

Las enfermeras deben conocer la historia de la homosexualidad y las situaciones de vida de las personas LGBTQIA+. "La diversidad en el equipo puede mejorar enormemente la forma en que tratamos a quienes necesitan atención", afirman los expertos. También sugieren que la atención sensible a los queer se considere un componente esencial de la práctica de enfermería moderna. Los establecimientos que promueven este tipo de atención promueven la aceptación social de la diversidad y mejoran así la calidad de vida de todos los residentes.

Dada esta cuestión, es crucial que los centros de atención no sólo respondan a los deseos de sus clientes, sino que también creen las estructuras necesarias para garantizar una atención inclusiva y respetuosa.